Palabras para mis compañeros de clase

"Cuando compartes muchas horas con un grupo de personas, automáticamente se convierten en tu familia"

Mi tiempo en la escuela no hubiera sido el mismo sin ustedes, por esa razón les dedico lo que no pude decirles durante estos años. Sé que tenemos amistades que si pudiéramos estar en todos los grados con ellos lo haríamos, pero como no siempre obtenemos lo que queremos, hoy doy gracias por tener en mi vida a quienes necesitaba, y es que eso te da la vida, lo que necesitas aunque al principio sea tan difícil de entender.

El primer día de clases estábamos tan emocionados por volver a ver a nuestros amigos y contar todo lo que haba sucedido en nuestras vacaciones, pero para los que están en centros educativos donde cambian de curso los estudiantes cada año, muchos estamos nerviosos por saber con quien estaremos.
Pero nada se compara con el día en que inicias tu último grado, estas más emocionado que nunca porque sabes que después de esto serás libre de la escuela.

Ser parte de un curso donde existen diferentes personalidades y temperamentos es un gran reto, aprendes a convivir con ellos y aunque te cueste, al final terminas aceptándolos y demostrando cariño a quien menos pensabas.

Si todos mis compañeros fueran exactamente idénticos a mi, entonces no hubiera adrenalina en mi vida, si todos complacieran mis intereses no hubiesen sido divertidos los momentos que compartimos.

Por eso hoy agradezco a los que se reían por todo, porque en los momentos mas estresantes, sus risas calmaron las tempestades.

Los que empezaron el año con malas conductas con los demás, pero que al final demostraron que una persona puede mejorar si se lo propone.

Los que siempre se preocupaban por si te enfermabas para llevarte a la enfermería, por lo menos para que les sirva de paseo.

Los superdotados, que aunque nos hacían molestar cuando lloraban por un 90, nos enseñaron a ser mas responsables y preocupados por los estudios.

Los que nunca se estresaban y tomaban la escuela sin mucha importancia, porque en ellos descubrimos los diferentes tipos de inteligencia y que una nota no determina quien eres.

Los que se encargaban de poner música cuando los profesores estaban en reunión, pero esos momentos fueron posibles gracias a los que se quedaban en la puerta cuidando que nadie viniera.

Los que se encargaron de guardar en un video o una fotografía los mejores momentos que pasamos juntos.

Los que se siempre pasillaban, porque gracias a ellos nos enterábamos de todo lo nuevo que pasaba por la escuela.

Y sobre todo, gracias a aquellos que se volvieron nuestros mejores amigos, algunos desde pequeños y otros desde la secundaria, pero siempre han estado ahí preocupados porque si faltábamos a clases, ellos también con nosotros.

Por siempre los llevaré en mi corazón.